Maricruz Garrido Linares es profesora de Filología Inglesa, narradora y traductora. Ha obtenido los premios de poesía “Mujerarte” (Lucena) y Ciudad de Baena “Mujeres creadoras”. Es presidenta de la Asociación de Amigos de la Biblioteca de Priego de Córdoba y actualmente coordina y dirige el “Aula literaria” en esta misma población. Ha publicado los libros El laurel de la reina (edición bilingüe), El enigma de Hermes doble, Perfil de poetas y El Umbral del deseo. Asimismo su obra ha sido publicada en numerosas antologías poéticas y ha participado como poeta y conferenciante en los festivales internacionales de poesía de Fez en 2014 y Sale, Rabat, en 2015.
Ahora llega a la colección Alcalima de Lastura con Café pendiente, un libro de poemas, algunos de ellos traducidos al árabe por Mohamed Ashmed Bennis, que además ha sido ilustrado por José Luis López Enamorado. Ya en el prólogo, Enrique Gracia Trinidad, da fe de la variedad temática de este libro: “He visto en este libro de Maricruz Garrido los grandes temas de la poesía, tratados desde la cercanía, la sencillez, lo cotidiano. He visto el compromiso social con estos tiempos oscuros que vivimos (…). He visto el amor, siempre tema recurrente, movido desde la ausencia, desde el deseo, desde la plenitud, nunca desde la habitual cursilería (…). He visto la vida misma, con su vaivén, su necesidad, su transcurrir difícil y gozoso (…). He visto la nostalgia del tiempo personal pasado, de la niñez; nostalgia viva, no triste, realista y mágica (…). He visto el pensamiento, motor de la poesía, que hace moverse el sentimiento y lo transforma en palabra útil y no es suspiro inane (…). He visto el tiempo expresado con la certera voz de quien sabe que en ese “Café pendiente” se encierra el paso de las horas… sobrevivir… poco o nada más (…). He visto a Maricruz Garrido, en este libro, reivindicar el honor y su palabra, la sencillez, la empatía, la dificultad y el esfuerzo de la fe, entre otras muchas cosas. Porque este es un libro que reivindica, que no se recrea en la pequeñez personal sino en la colectiva fuerza de la complicidad autor/lectores: condición sine qua non de la mejor poesía”.